Ella es mendocina, tiene 16 años y desde chica practica ambos deportes. En el fútbol alterna convocatorias entre la Selección Argentina Sub 17 y Sub 20, mientras que en handball fue elegida la mejor pivote del Sudamericano de Cadetes en noviembre del año pasado. “Al principio pensé que todo esto era algo imposible de lograr”, asegura.

Creditos: Prensa AFA y Gonzalo Pacheco.
Quizás haya incontables casos de chicas y chicos que aspiran con jugar en un seleccionado argentino, ya sea juvenil o mayor, pero existe una persona que se animó a ir más allá de ese sueño. Se trata de Chiara Singarella, la joven de 16 años que viste la camiseta celeste y blanca tanto en la selección juvenil de handball como en la Sub 17 y Sub 20 de fútbol.
“Me esfuerzo mucho para estar donde estoy, pero también disfruto a pleno cada convocatoria”, expresa la mendocina que con los pies es zurda y con las manos es diestra. Sin dudas, ella es un ejemplo a seguir. Por eso, desde Localía Femenina les contamos su increíble historia.
UNA INFANCIA MARCADA POR LOS DEPORTES Y LOS PRIMEROS PASOS CON LA SELECCIÓN
Hija de una profesora de educación física, Chiara fue siempre una chica muy atlética. A sus 6 años ya iba a natación y al mismo tiempo hacía gimnasia artística. Poco pasó para que llegaran los deportes en equipo a su vida: el handball y el fútbol. Pero entre medio también hizo vóley y básquet. “Tres actividades al mismo tiempo ya era demasiado”, narra la mendocina.
La Municipalidad de Luján de Cuyo, donde la madre daba clases, fue su cuna deportiva. Allí comenzó a practicar, básicamente en el mismo momento, fútbol y handball. El primero de ellos cuenta que lo jugó con varones hasta los 12 años. En tanto el segundo, al principio era mixto hasta que llegó a la categoría infantil donde pasó a entrenar solo con chicas.
“En el colegio a veces se burlaban de mí por ser mujer y jugar al fútbol, pero cuando llegaba a casa hablaba con mis papás y me sacaban adelante”, recuerda la joven. Además destaca que la familia fue muy importante en todo el proceso de practicar dos deportes al mismo tiempo ya que nunca la dejaron de apoyar.
Pero mientras algunos la criticaban, Chiara no dejaba de entrenar y de progresar. Así fue como llegaron las oportunidades para vestir la camiseta de la Argentina. “Primero me convocaron en handball para jugar el Sudamericano en Paraguay con la categoría menor y salimos campeonas. Cuando terminó ese torneo, a la semana, me llegó la citación para unos amistosos con la Selección de fútbol Sub 20”, cuenta quien por aquel entonces tenía 13 años.
LAS VIVENCIAS CON LA CELESTE Y BLANCA
Seguramente el hecho de jugar en dos seleccionados al mismo tiempo será algo que Chiara podrá contar siempre con mucho orgullo, pero no solo consiguió eso sino que también tuvo otros logros dignos de reconocimiento. Uno de ellos sucedió a principios del 2018, cuando disputó el Sudamericano de fútbol Sub 20 en Ecuador con tan solo 14 años.
Como si aquello fuera poco, unos meses después de competir en aquel torneo también tendría participación en el Sudamericano Sub 17 de San Juan y en los Juegos Odesur de Cochabamba. “Fueron experiencias increíbles. Jugué con y contra jugadoras que básicamente me doblaban en tamaño y en edad, eso me sirvió porque aprendí mucho”, relata la actual futbolista del club Las Pumas de Mendoza.
Pero así como el talento y el esfuerzo la llevaron a disputar tantos campeonatos, la fortuna también acompañó y permitió que casi nunca se le cruzara un torneo de la Selección de fútbol con uno de handball. Solo en una oportunidad fue convocada al mismo tiempo para representar a la Argentina en ambas disciplinas, pero Diego Guacci, entrenador de la Sub 17 de fútbol, le permitió ir a la otra citación.
Aquella situación se dio a fines del año pasado, en la antesala del Torneo Sudamericano de Cadetes que se disputó en la provincia natal de Chiara y donde sería premiada como la mejor pivot de la competencia. “Fue algo que jamás pensé que podía pasar, sobre todo porque no jugué en mi posición habitual”, cuenta la ahora jugadora de la Municipalidad de Maipú que normalmente se desempeña como central.
UN CAMINO CON CONSTANTES APRENDIZAJES
Chiara se describe a sí misma como una persona que, por sobre todas las cosas, intenta disfrutar al máximo de lo que hace y también aprender de cada experiencia que le toca vivir. Por eso mismo asegura que cada uno de los deportes que practica le aporta algo al otro.
“El handball me ayuda bastante con la visión del campo. Juego de central y tengo constantemente el panorama de toda la cancha, eso después lo llevo al fútbol, por ejemplo, para poner pases entre líneas”, asegura. Además, cuenta que el haber jugado con chicas más grandes en el fútbol le permitió tener una marca mucho más firme en el handball.
Pero así como aprende de cada deporte, también sabe la importancia que tienen los estudios secundarios y por eso no los descuida. Incluso asegura que la escuela es su prioridad. “Cuando tengo tiempo libre en casa adelanto y me pongo a hacer los resúmenes para los exámenes, así cuando me toca viajar puedo estudiar en el micro”, narra la joven que está en 5to año de la secundaria.
UNA DECISIÓN NADA FÁCIL DE TOMAR
“Mientras pueda seguir practicando los dos deportes al mismo tiempo, lo voy a hacer”, afirma la mendocina que tiene un enorme talento. Pero pese a asegurar eso, ella sabe que todo depende de cómo se den las situaciones y que quizás en algún momento deberá decidir por una sola disciplina, por lo menos en lo que refiere al alto rendimiento.
“Si en algún día tengo que elegir, voy a quedarme con el que me dé más oportunidades para salir del país”, dice la joven. “Seguramente me incline por el fútbol porque te abre una puerta para seguir los estudios en alguna universidad de Estados Unidos mediante una beca”, agrega la jugadora que quiere estudiar medicina.
De todas formas, Chiara intenta no pensar mucho en ese momento, sino más bien concentrarse en sus metas a corto plazo. Por eso mismo su cabeza está puesta en el Sudamericano Sub 17 de Uruguay. El mismo se desarrollará, en principio, en noviembre de este año. “Ojalá se pueda disputar en la fecha establecida y logremos la clasificación al Mundial de India”, relata.
UN EJEMPLO A SEGUIR PARA LAS MÁS CHICAS
Vestir la camiseta de la Selección Argentina en dos disciplinas distintas y a la vez llevar al día los estudios secundarios no es poca cosa, sino todo lo contrario. Por eso mismo Chiara Singarella es sin dudas una modelo para los y las deportistas más jóvenes que sueñan con llegar a lo más alto.
“Al principio pensé que todo esto era imposible de lograr, que no iba a poder practicar los dos deportes al mismo tiempo y en tan alto nivel, pero con el paso de los entrenamientos y las convocatorias me fui convenciendo y lo logré”, cuenta quién desde chica ya decía que iba a ponerse la celeste y blanca.
Sobre esto destaca que el esfuerzo, el entrenamiento y la actitud son la clave para poder alcanzar el mejor rendimiento. Además añade que para poder hacer más de una actividad, ya sea deportiva o no, es necesario tener una buena organización personal y hacer oídos sordos a los comentarios negativos.
“Está buenísimo soñar, pero para cumplir tus metas te tenes que despertar del sueño y trabajar para alcanzarlas”, afirma. “No tengo dudas de que si uno está convencido y se esfuerza, tarde o temprano logrará cumplir sus objetivos”, concluye la talentosa jugadora que aún tiene mucho camino por recorrer.
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