Dolores Brescia, apodada como “Rayo” por el Bambino Pons, habló sobre su inicio en el mundo del fútbol . Desde la prueba en el Pincha con 15 años, pasando por la Selección Sub-17 y llegando a gambetear a Krupoviesa en 1 y 57. Imperdible mano a mano con la mayor promesa de Estudiantes de La Plata.

Ella siempre supo destacarse en el atletismo, habiendo competido en varios torneos tanto a nivel provincial como nacional. Hasta que un día, mientras volvía del colegio en micro, le picó el bichito de la curiosidad.
“En el momento de la prueba me preguntaron de que jugaba, no sabía que contestar, me salvó mi hermano”.
-¿Cómo fue tu entrada al mundo del fútbol?
-Cuando tenía 15 años, volviendo del colegio, el micro pasó por la puerta del Country, vi a varias mujeres entrenando y pensé “¿Por qué yo no?”. Cuando llegué a casa le comenté a mi madre y quedamos en que iba a ir ni bien pudiera.
-¿Y cuándo llegó el día?
-Fui acompañada de parte de mi familia y cuando llegamos al Country notamos una gran diferencia: las demás futbolistas eran mucho más grandes en comparación conmigo. Los organizadores preguntaban de que jugaba cada una, a lo que mi hermano me sopló “Te gusta hacer goles, decí delantera”. Gracias a la potencia y velocidad que adquirí en el atletismo, en la cancha pude destacarme y así quedé entre las seleccionadas.

Una vez adentrada en el mundo futbolístico, no había quien la pare. Destacó tanto que ya no solo estaba fichada en Estudiantes, sino que ahora empezaban a mirarla de reojo desde la celeste y blanca.
-De ahí en más comenzaste a crecer tanto que te llegó la citación para entrenar con la Selección Sub 17.
-Si, me acuerdo que Diego Guacci (DT de la Selección) y Vanesa Sarroca (entrenadora de arqueras) me fueron a ver durante un partido. Me enteré cuando estaba en el vestuario, imagínate mis nervios. Cuando terminó el partido se acercaron hablarme, comentándome que me veían mucho potencial y querían que formara parte del plantel.
–¿Cómo fue la experiencia de entrenar en Ezeiza?
-La verdad, única. En todo sentido. Las personas con las que me rodeé, el predio y las enseñanzas que me quedaron. Ahí te enseñan lo que es realmente el fútbol y como vivirlo. Ahora intento aplicarlo en mi día a día,

Lo que Dolores no sabia es que lo mejor estaba por venir. Le faltaba jugar frente a toda su gente, en una noche que quedará para siempre en la historia de Estudiantes.
-Coincidiste en el club con la inauguración de 1 y 57 y te invitaron a formar parte, ¿Cómo lo viviste?
-Haber jugado en 1 y 57 fue una experiencia única e inolvidable. Hice el primer gol femenino en el nuevo estadio y eso va a quedar para siempre. Me di el placer de jugar con los mejores de nuestra historia.
-Te gambeteaste a Krupoviesa, hiciste un golazo y te quedó un apodo ¿Qué te decían tus compañeros del colegio?
-De todo la verdad, muchos me decían “Rayo”, como me apodó el Bambino Pons esa noche. Hasta mi preceptor me cargaba con la gambeta a Krupoviesa, fue increíble.
“Ojalá en el futuro cercano tengamos la posibilidad de jugar en 1 y 57”.
-Llevas 2 años en el club habiendo vivido una gran cantidad de momentos y situaciones que indudablemente te van a marcar para siempre. ¿Qué representa Estudiantes en tu vida?
-Este club me ayudo muchísimo a crecer, me llevó a vivir cosas increíbles… la citación a la Selección, 1 y 57, el clásico de Reserva, hasta incluso haber estado con Verón, quien me felicitó por la convocatoria a la Sub 17. Estoy contenta aunque se que faltan muchas cosas por venir.
-Para ir cerrando, justamente nombramos bastante 1 y 57. ¿Soñás con jugar de manera oficial un partido ahí?
-Si, pienso mucho en eso. Ojalá tengamos la posibilidad en el futuro cercano junto a mis compañeras.
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